No la dejes ir, aún no es tarde, ¡Agárrala, quiérela, sálvala!

Es cierto que quizá ya no brilla tanto como la conociste, que quizá sus sonrisas las encuentras algo gastadas, que a su cuerpo ya no entras con las mismas ganas de navegarlo y que la costumbre te ha molido a palos, pero no la pierdas. No la dejes ir.

¡Quiérela, sálvala!

No puedes permitirte que se vaya, sé que ahora puede llegar a fastidiarte su romanticismo, esos mensajes que te llegan a cada momento, quizá ya no te gusta llamarla como cuando se conocieron o finges estar ocupado todo el tiempo dejándola para luego.

No la dejes ir, puede que ahora veas un chingo de morras, tal vez están más buenas o más bonitas, sales a la peda a ver qué encuentras y se te olvida el amor que traes cargando en la espalda, pero créeme, no vale la pena.

No la dejes ir, ¡CARAJO! Hazme caso, esa muchacha encuentra estrellas en tus ojos, atardeceres en la punta de tu nariz, te ha contado los lunares hasta el cansancio y sabe de memoria que odias la cebolla, el tráfico y el olor de las oficinas.

Ella es un puto milagro

No le permitas irse, que otro se va a sentir afortunado de tenerla, que la has descuidado y en cualquier momento el mundo va a notar que ella es un puto milagro, que tuviste la suerte al conquistarla, pero la dejaste en la repisa y se fue apagando.

No la dejes ir, te aseguro que un día vas a extrañar que alguien se preocupe tanto por ti en todo momento, vas a extrañar todas sus boberías, vas a extrañar esos celos sin sentido y hasta sus berrinches de niña pequeña.

No la dejes ir

No dejes que se vaya, aún estás a tiempo, ¡Agárrala, quiérela, sálvala!

Aún puedes correr a su puerta con el chingado ramo de flores más grande que haya visto y mirarla a los ojos como la primera vez que la viste.

No la dejes ir, que un día vas a darte cuenta que puedes un tener millón de mujeres, pero que tener una mujer para quien seas único entre millones, amigo, eso no pasa a menudo”. No la dejes ir.

1 Comment

  1. Pingback: Quiero estar soltera pero contigo; carta para el amor ideal

Leave A Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *