Después de una ruptura, puede volver a surgir con fuerza el deseo de volver con aquella persona con la que en su día tantas cosas compartimos. Todo el mundo conoce a alguien al que la segunda oportunidad le salió bien y a alguien a quien le salió mal. Así que no te orientes por eso, ni te dejes influenciar por experiencias ajenas.
Las relaciones no siempre funcionan como lo teníamos planeado. Es complicado, pero eso no significa que toda esperanza esté perdida.